De cómo se pueden manejar máquinas con el poder del pensamiento

Los neurólogos han logrado mejorar significativamente la observación de las actividades cerebrales. Ya son muchos los mensajes lanzados por nuestro cerebro que pueden ser descifrados. Basados en ello, investigadores de la Universidad Técnica de Berlín desarrollaron un ajedrez que se puede jugar con la mera fortaleza de nuestros pensamientos. Así como se escucha, sin manos, sólo pensando en el movimiento de cada ficha.

Thorsten Dickhaus, de unos 30 años, se pone cómodo. Nada debe impedir su concentración. Los pies los pone sobre un cojín, las manos descansan sobre los brazos de la silla. Thorsten se prepara para jugar ajedrez con la sólo fuerza de sus decisiones mentales, sin mover las figuras con las manos: “Desde luego que estoy nervioso. Yo juego ajedrez desde hace 20 años, pero en la forma clásica, con tabla y figuras. Ahora jugaré con la ayuda de un electroencefalograma y la fuerza de mis pensamientos. Esta es una nueva experiencia”.

Antes de empezar a “jugar” Thorsten Dickhaus tiene que ponerse una capa conectada a dispositivos eléctricos que miden las corrientes cerebrales. Las tensiones y distensiones normales del cerebro son registradas y analizadas por un computador. Michael Tangermann, director del proyecto, en la Universidad Técnica de Berlín, resalta que es muy difícil identificar las débiles señales que emite el cerebro.

Las señales cerebrales sólo son perceptibles desde el exterior en microvoltios. Las filtramos con la ayuda de filtros inteligentes y algoritmos, del caos de señales producidas por todo lo que le llama a la atención a Thorsten Dickhaus.

Pero primero se actualiza el programa y aparece en la pantalla del computador una tabla de ajedrez. Pronto aparece una figura y, a su lado, otras más. Thorsten debe concentrarse sólo en éstas. Una fuerte señal a través del electroencefalograma indica la figura que quiere mover iluminándose su campo en la pantalla.

El software sólo tarda media hora para “entender” el juego interpretando las señales cerebrales. Michael Tangermann: “El análisis ha demostrado que el computador puede ahora diferenciar la figura en la que Thorsten Dickhaus concentra su atención con una seguridad del 83 por ciento”.

Ahora, Thorsten se enfrenta a una partida de ajedrez. Su contendor es el computador y éste es el que mueve la primera ficha. Una corta espera y se ilumina la figura que Thorsten quiere mover con su pensamiento.

“Al comienzo me pareció insólito pero me acostumbré pronto a la conducta del computador. Luego sólo bastaba con centrar mi atención en una figura y un campo para se iluminaran, y cuando lo hacían correctamente me desentendía”.

22 movidas dura la primera partida de Thorsten Dickhaus en la que un programa mueve las fichas por él. Una partida que, a la vez, juega contra un computador.

Lo que parece hoy un juego, en el futuro puede servirle de medio de comunicación a las personas que no pueden ni hablar ni moverse. Para los investigadores ya es factible que parapléjicos puedan maniobrar otros aparatos con la fuerza de los pensamientos. Para ellos, jugar ajedrez es más que un juego. “Encuestas con pacientes parapléjicos reflejan que muchos quisieran aprovechar este desarrollo tanto para la diversión como para demostrar sus capacidades intelectuales”, dice Tangermann.

Además de la alta concentración, el ejercicio de jugar ajedrez sólo con los pensamientos es un gran ejercicio de estrategia y lógica. Thorsten Dickhaus quedó contento; sin mover un dedo le ganó al computador.

Autor: José Ospina-Valencia
Editora: Emilia Rojas